Me conmueve la gente normal, los seres humanos corrientes que no necesitan demasiado para ser felices,
los que brindan sin motivo, aquellos que con tres amigos se bastan para descontarle sus segundos a la pena,
los que no matan por fútbol pero vibran como enfermos con un gol,
los que reconocen al rival cuando es mejor,
los que lloran cuando un ser humano regala al mundo un acto de verdadera bondad,
los que quieren tirar el televisor por la ventana ante la enésima de un político contra los oprimidos.
Me conmueve la gente que distingue entre el valor y el precio,
los que saben que abrazar es -quizá- la distancia más corta hacia un lugar llamado "calma"
y los que tienen claro que la empatía es la autopista a la fraternidad.
Me gustan los que quieren un país para todos,
los que no se dejan impresionar por los focos ni engañar por el éxito ajeno,
porque entienden que hay personajes brillantes que, tras el oro de su fachada,
esconden un imbécil al cuadrado.
Me conmueven los que entienden que lo mejor, a veces, es enemigo de lo bueno,
los que saben que "bien" y "común" son dos palabras que al juntarlas
le roban combustible a la injusticia y dibujan los contornos de una risa
que se extiende a muchas caras.
Me conmueven los que instalan su casa bajo la farola de la palabra "perdón",
los sabios que no devuelven los misiles pero saben cuando devolver el empujón,
los que tratan de entender que, tras un acto de maldad,
no siempre hay un hijo de püta sino -tal vez- un hombre equivocado
que realmente no aprendió a hacerlo mejor.
Me conmueven esos que saben que, cuando señalas con un dedo a otra persona,
en tu misma mano suele haber tres dedos señalando hacia ti.
Esos me gustan y a ellos es a quien busco,
a los que suman vida y restan tristezas a la vida de los otros.
Los busco a ellos, son los que quiero a mi lado y no vas a verme
haciendo otra maldita cosa el resto de mis días.
MARWAN
https://youtu.be/TGG4N81XzYQ
