LA MARIPOSA AZUL
Finalmente me había rendido
Y mi alma caía en un abismo,
Distante el mar se mecía;
Las solas iban a tragarme ya
Cuando la inercia se detuvo
Y el viento dejo de golpear mi cara
¿Que detenía mi corazón suicida
Arrojado al mar de la desesperanza…?
Mire angustiada mis manos
Se nada se habían aferrado,
Ni mis pies hallaban apoyo
Ni mi cuerpo sostén alguno
¿Que era aquello que se interponía
En el sinfín de mi caída?
Quizás fuera el suspiro de la brisa
La que me hizo mirar el cielo…
No parecía la mano de Dios
Ni un ángel salvador,
Era una mariposa azul
Enviada de un destino incierto,
Una mirada profunda, y una lágrima
Un espíritu mágico y consolador,
Sus alas color cielo y océano
Me devolvieron el tiempo atrás…
Y desperté frente al computador
De un sueño que no había soñado,
No estaba a mi lado, ni en la pantalla,
Pero estaba en mí, en mi alma;
Sujetándome, sin permitirme caer;
Susurrándome aliento, esperanza,
Ganas de vivir… por una mariposa azul
Que llego cuando finalmente me había rendido…