EL PAQUETE DE GALLETAS
Por lo general procuro presentarles historias breves, sin embargo, aunque la de hoy es un poco extensa, te ruego que la leas completa esta historia porque es un estupendo ejemplo de lo equivocados que pueden ser nuestros actos cuando prejuzgamos, cuando no nos tomamos el tiempo necesario para evaluar una situación en su verdadera dimensión.
Cuando aquella tarde llegó a la vieja estación le informaron que el tren se retrasaría aproximadamente una hora. La elegante señora compró una revista, una botella de agua y un paquete de galletas para pasar el tiempo. Buscó un banco y se sentó preparada para la espera.
Mientras hojeaba su revista, un joven se sentó a su lado y comenzó a leer un diario.
Imprevistamente, la señora observó como aquel muchacho estiraba la mano, agarraba el paquete de galletas, lo abría y comenzaba a comerlas, una a una, despreocupadamente.
La mujer se molestó por esto, no quería ser grosera, pero tampoco dejar pasar aquella situación o hacer de cuenta que nada había pasado; así que, con un gesto exagerado, tomó el paquete y sacó una galleta, la exhibió frente al joven y se la comió mirándolo fijamente a los ojos.
Como respuesta, el joven tomó otra galleta y mirándola la puso en su boca y sonrió.
El diálogo de miradas y sonrisas continuó entre galleta y galleta. La señora cada vez más irritada, y el muchacho cada vez más sonriente.
Finalmente, la señora se dio cuenta de que en el paquete solo quedaba la última galleta. Con calma el joven alargó la mano, tomó la última galleta, y con mucha suavidad, la partió exactamente por la mitad. Así, con un gesto amoroso, ofreció la mitad de la última galleta a su compañera de banco.
- ¡Gracias! - Dijo la mujer tomando con rudeza aquella mitad.
- De nada. - Contestó el joven sonriendo suavemente mientras comía su mitad.
Entonces el tren anunció su partida...
La señora se levantó furiosa del banco y subió a su vagón. Una vez en su asiento, abrió su bolso para sacar la botella de agua y se quedó totalmente sorprendida cuando encontró, dentro de su cartera, su paquete de galletas... ¡intacto!
Por eso hoy quiero recordarte la importancia de la paciencia, de su importancia para que nuestras relaciones interpersonales mejoren, o para que al menos no se quiebren, no se hagan tensas. Es mejor cuando tomas la vida con una sonrisa, en lugar de estar desconfiando de todo mundo.
Vivamos en paz y procuremos preservarla, evitemos los malos ratos, sobre todo los que surgen sin ningún motivo, que no tienen razón de ser. No te apartes de tu camino a la felicidad.
Que tengas un gran día.
https://www.youtube.com/watch?v=g_11XF5Rd-M